Así la llaman los automovilistas que pasan ocasionalmente por el lugar. Es que después de cada tormenta, la Av. Calchaquí -mano hacia Quilmes Oeste- se convierte en una verdadera laguna, haciendo casi imposible la circulación de vehículos por la zona.
Los vecinos señalan que el problema sucede desde hace años y nadie se hace cargo. Reclaman soluciones.